Pasadas tres semanas, podrá probar la prenda embastada por primera vez. En esta prueba el sastre comprobará que se ajusta a su físico y a sus preferencias y pasará a aplomar la prenda. También comprobará que los anchos y largos sean los correctos.

La segunda prueba tiene lugar unas semanas más tarde en la que la prenda ya estará prácticamente acabada. Se ultiman entonces los detalles para que usted quede completamente satisfecho.

Si hay que hacer alguna modificación, realizaremos entonces una nueva prueba para asegurarnos que la prenda sea totalmente de su gusto.

Después de la primera cita, el sastre crea en cartón un patrón único para usted que será conservado por si quisiera encargar más prendas en el futuro. Con este patrón en cartón procede a cortar la prenda. Una vez cortada, se deben cortar también los forros y las entretelas. Posteriormente nuestros oficiales comienzan a confeccionar artesanalmente la pieza en el taller.

Un traje por ejemplo conlleva más de 40 horas de trabajo manual en el que intervienen varios oficiales. Cada uno de ellos se especializa en una tarea concreta como preparar entretelas, hacer bolsillos, poner las vistas, montar la prenda, clavar mangas, hacer ojales, poner cuello, forrar... Una decena de oficiales, cada uno con una función específica, que dedican tiempo y esfuerzo para garantizar la calidad de una prenda única y especial.